14/9/10

PRE TEXTOS

Que no he lavado mi ropa sucia y sigue arrinconada como un animal avergonzado en una esquina de mi cuarto. Que no me alcanza el presupuesto para sobrevivir pues nuevamente tengo solo cincuenta soles que se supone, deben darme alimento, movilidad, agua, electricidad y tranquilidad hasta fin de mes. Que no he terminado los diseños que me han encargado en el nuevo cachuelo, que obviamente, no paga más que el anterior. Que sigo corrigiendo las crónicas que debí entregar hace un par de semanas para tener una nota decente en el taller de redacción de textos de mi escuela profesional.

Que no he diagramado aún el libro que se supone presento en doce días. Que no tengo la plata para solventar la edición de ese libro. Que no he comenzado a trabajar en la performance que me he propuesto realizar para la presentación de ese libro. Que debo un par de monografías y se me viene una semana cargada de exámenes y exposiciones. Que no he arreglado mi computadora que pobrecita, sufre, hace bulla y me jode los trabajos que no puedo terminar.

Que no podré asistir al debate de candidatos por mi distrito, el día domingo, por una reunión a la que me comprometí por sano, cojudo o idealista. Que hace tiempo estoy con dos libros muy chéveres que he dejado a medias. Que sin embargo he terminado de leer uno de crónicas de Beto Ortiz y estoy comenzando otro suyo. Que tengo más de una docena de películas esperando ser vistas en mi dvd. Que no podré ir a ver a los Diez Tenores y probablemente no vaya al concierto de Christina Rosenvinge. Que ya se que eso es pecado pero qué le hago.

Que no puedo ponerle punto final a un proyecto de intervención urbana que comencé hace más de un año. Que aún me persiguen unos proyectos de arte dejados a medias por tiempo y responsabilidad. Que no he diseñado el afiche que tengo que hacer para las lecturas de poesía en la casona de Anaísa. Que ni siquiera la he llamado por teléfono o le he escrito para asegurarle que las lecturas de poemas sí salen de todos modos y yo me comprometo a hacerle los afiches. Que tampoco he llamado a María para definir lo del a publicación de mi libro. Que aún no tengo editor. Que cómo carajos puedo tener un editor si no tengo aunque sea un puñado de escritos decentes que me representen.

Que no visito a mi abuela hace mucho tiempo. Que no llamo a mi mamá hace semanas. Que no sé cómo estará papá ni cuando llega de viaje. Que no sé por quién carajos voy a votar. Que mejor no voto por nadie y que se vayan todos al carajo. Que no debo ser irresponsable con mis deberes morales. Que la política es un deber moral. Que no sé cuándo terminaré la universidad. Que no sé como le hacen otros para aprobar y festejar de lo lindo en el Jaca sin saber qué rayos están estudiando o para qué lo están haciendo.

Que sigo sin poder dormir decentemente. Que no puedo curarme del insomnio. Que no pienso ir a un psiquiatra para que me cure del insomnio. Que el café que me serví cuando comencé a escribir este comentario ya se enfrió. Que el café es más rico frío, pero que le acaba de entrar una mosca de mierda. Que el café con mosca no es la voz. Que no tengo tiempo para llevar a mi sobrina a pasear por cualquier lugar verde de la ciudad. Que no tengo más excusas para quedarme un día tiradazo en la cama sin ninguna preocupación. Que no sé cuándo diantres terminar este comentario. Que no sé si este es un comentario o qué shit. Que mejor lo dejo aquí y comienzo a hacer algo. La ropa sucia, como esta vida mía, sigue amordazada en un rincón, como un animal temeroso parecido al animal temeroso que teme volverla a enfrentar.

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